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La sauna finlandesa consiste en un baño de calor que se realiza en el interior de una cabina de madera. El aire del interior se mantiene a una temperatura que oscila entre los 85 y los 100 °C, y la humedad es muy baja para que el sudor se evapore y la piel no se caliente demasiado.
Sus virtudes terapéuticas ya eran conocidas en la antigua Grecia, pero es sobre todo entre los pueblos bálticos, especialmente en Finlandia, donde su práctica se difunde y perfecciona como fuente suprema de bienestar.
Los usuarios de sauna se sientan en bancos, se relajan y dejan que el calor caliente gradualmente el cuerpo, lo que favorece la sudoración y la consiguiente liberación de toxinas.
QUÉ ES LA SAUNA FINLANDESA Y POR QUÉ SE LLAMA ASÍ
La sauna es una práctica tradicional de bienestar e higiene personal originaria de los países bálticos. La palabra «sauna» proviene del finés arcaico y, si bien su origen lingüístico no está del todo claro, parece ser que está relacionado con el concepto de «vivienda de invierno». Se cree que el primer tipo de sauna se utilizaba principalmente como residencia de invierno y no fue hasta más adelante cuando se le dio un uso hidroterapéutico.
La antigua sauna finlandesa era una estancia, normalmente de madera, que se calentaba con piedras ardientes colocadas sobre un fuego vivo. Para crear una sensación de calor más intensa, se echaba agua sobre las piedras para generar vapor: la temperatura elevada favorece la relajación y la sudoración. Esta práctica tiene una larga historia en la cultura finlandesa y desempeña un papel importante en la vida social y en el bienestar de las personas.
Hoy en día, el término «sauna finlandesa» (finnish sauna en inglés) se utiliza genéricamente para referirse a cualquier tipo de sauna, también a las que utilizan modernos sistemas de calentamiento de las piedras mediante estufas eléctricas y se han extendido por todo el mundo: en gimnasios, spas o incluso en el propio hogar, si se ha optado por instalar una sauna doméstica.
DIFERENCIA ENTRE SAUNA FINLANDESA Y SAUNA DE INFRARROJOS
Las saunas finlandesas son distintas de las saunas de infrarrojos que hay en muchos centros de bienestar modernos. En las saunas finlandesas tradicionales, el calor procede de piedras que se calientan en una estufa y la humedad es relativamente baja.
La principal diferencia entre una sauna finlandesa y una sauna de infrarrojos radica en el método de calentamiento y en los efectos que tiene en el cuerpo.
Método de calentamiento
Efectos en el cuerpo
Ambos tipos de sauna pueden ofrecer beneficios para la salud, pero con enfoques ligeramente diferentes. La elección entre una sauna finlandesa y una sauna de infrarrojos dependerá de las preferencias personales y de los objetivos de bienestar de cada persona.
DIFERENCIA ENTRE SAUNA FINLANDESA Y BIOSAUNA
La principal diferencia entre una sauna finlandesa y una biosauna radica en la temperatura y la humedad en el interior de la cabina, así como en la experiencia general del usuario.
Temperatura y humedad
Experiencia general
Ambas saunas, la finlandesa y la biosauna, aportan beneficios para el bienestar físico y mental, como la relajación, la estimulación de la circulación sanguínea y la purificación de la piel a través del sudor. La elección entre una u otra dependerá de las preferencias personales, la tolerancia a la temperatura y las necesidades individuales.
Se recomienda consultar a un médico antes de utilizar la sauna, sobre todo en caso de enfermedades preexistentes.
CÓMO FUNCIONA LA SAUNA FINLANDESA
La sauna es un baño de aire muy caliente y seco que se realiza en un habitáculo cerrado, fabricado con madera natural, en el que un equipo especial calienta y deshumidifica el aire. Dentro de las saunas finlandesas tradicionales, la temperatura oscila entre los 85 y los 100 °C, con una humedad máxima del 30 %.
BENEFICIOS DE LA SAUNA
La búsqueda del bienestar en tiempos tan frenéticos como los actuales ha irrumpido en la vida cotidiana, y los numerosos beneficios de la sauna finlandesa han consolidado definitivamente la larga tradición de los baños de calor finlandeses como uno de los tratamientos más apreciados y utilizados.
La sauna debe todos sus beneficios a su capacidad para hacer que el cuerpo expulse importantes cantidades de toxinas en muy poco tiempo gracias al calor intenso. La exposición a altas temperaturas (entre 60 °C y 100 °C), el clima seco y la cabina de madera natural hacen del baño de calor finlandés una auténtica panacea para la mente y el cuerpo.
La sauna alivia incluso las jaquecas, que a menudo se deben a una mala regulación de la tensión de los vasos sanguíneos.
Entre otras propiedades beneficiosas, la sauna ofrece una pequeña ayuda para la pérdida de peso, no tanto a través de la sudoración, puesto que los líquidos eliminados se reponen en poco tiempo, sino por el aumento del ritmo cardíaco. El efecto directo en el corazón a través de la dilatación de los vasos sanguíneos, así como el incremento rápido de las pulsaciones, mejoran también todo el sistema cardiovascular.
Sin embargo, la relajación es tal vez el beneficio más notable e inmediato de la sauna, y se debe a la liberación de endorfinas, que se propagan desde el cerebro y aportan bienestar, disminuyen el insomnio y la ansiedad, y aumentan los reflejos y la concentración.
A través de la sudoración se activa un proceso de desintoxicación del organismo mediante el cual se eliminan toxinas y metales pesados, y se alivia el trabajo de los riñones. El calor producido por la sauna también dilata los poros, lo que contribuye a la expulsión de toxinas y células muertas para una piel elástica y de aspecto más joven.
CUÁNTO CUESTA UNA SAUNA FINLANDESA PARA USO DOMÉSTICO
El coste de una sauna finlandesa para uso doméstico varía en función de factores como el tamaño, los materiales y la personalización. Las saunas más pequeñas y con un diseño menos cuidado pueden costar a partir de unos pocos miles de euros.
Hoy en día, sin embargo, la sauna tiene un valor estético que ha pasado a ser primordial, ya que el cuidado del propio cuerpo es fundamental también para el bienestar psicológico de la persona. Las saunas han dejado de ser espacios secundarios del hogar para convertirse en parte de la zona de estar, lo que también ha supuesto un progreso considerable en cuanto a su estética y diseño.
Las maderas preciosas con aromas cautivadores y los grandes ventanales influyen en el coste de las saunas finlandesas, pero también las convierten en lugares casi sagrados, donde la persona se encuentra a sí misma y con su bienestar mental.
CÓMO TOMAR UNA SAUNA
La ventaja que ofrece la sauna, con su aire seco a una temperatura muy elevada, es la capacidad para hacer que el cuerpo expulse importantes cantidades de toxinas en muy poco tiempo mediante un calentamiento intenso del organismo.
El baño de calor finlandés ofrece múltiples beneficios a personas de todas las edades, con muy pocas excepciones. Ahora bien, para disfrutar de todos los efectos positivos que la sauna tiene en el organismo, hay que saber cómo tomarla correctamente.
Sobre todo quienes se inician en el uso de la sauna deben tener presente que el cuerpo necesita un tiempo para acostumbrarse a ciertos estímulos, por lo que hay que ser prudentes a la hora de tomar una sauna. Se aconseja realizar el baño de calor siguiendo los pasos recomendados sin excederse, para permitir que el organismo disfrute plenamente de sus beneficios.
CONSEJOS ÚTILES ANTES DE TOMAR UNA SAUNA FINLANDESA
Los pasos para tomar un baño de calor son fáciles de recordar. Antes, sin embargo, es importante conocer las principales precauciones que hay que tener en cuenta para que la experiencia de la sauna sea regeneradora y absolutamente positiva, no solo para el cuerpo sino también para la mente.
En primer lugar, nunca se debe entrar en una sauna con el estómago vacío o, por el contrario, demasiado lleno. Se recomienda, por lo tanto, realizar una ingesta ligera como, por ejemplo, de cereales, yogur o fruta.
Es igualmente importante proporcionar al organismo una buena reserva de líquidos para favorecer la sudoración. Se aconseja beber infusiones calientes o bebidas sin azúcar, sin gas y, sobre todo, sin alcohol.
Antes de entrar en una sauna, es importante también lavarse bien el cuerpo con agua caliente y jabón, y secarse. Los pies tienen que estar calientes. Una vez hecho esto, se puede entrar en la cabina, desnudo o cubierto con una toalla de fibra natural para no restringir la transpiración del cuerpo.
CÓMO TOMAR UNA SAUNA FINLANDESA EMPEZANDO POR EL CALENTAMIENTO
Sauna finlandesa: primera fase
Veamos ahora en detalle cómo tomar una sauna correctamente. La primera fase, denominada de calentamiento, suele durar entre 5 y 8 minutos.
Una vez dentro de la cabina, se puede optar por tumbarse o sentarse cómodamente, con las piernas flexionadas y los pies a la misma altura que el asiento.
Además de la posición, el estado de ánimo también es importante, por lo que se recomienda intentar relajarse y disfrutar del relajamiento que provoca el calor del ambiente.
Al principio, el aire de la sauna puede mantenerse seco; después, se puede echar agua sobre las piedras calientes del interior de la cabina para aumentar la humedad y, por lo tanto, la sudoración.
Durante los dos últimos minutos, se recomienda permanecer sentado, es decir con los pies hacia abajo, para reajustar la circulación sanguínea a la posición vertical.
Tras esta fase, hay que salir de la sauna lentamente, para evitar bajadas de tensión o mareos.
Segunda fase: el enfriamiento
La sauna no termina con el primer baño de calor, sino que continúa después con el enfriamiento. También en esta fase hay que seguir algunas reglas.
Según el método finlandés clásico, debe tomarse un baño breve en agua helada, que puede sustituirse por una ducha, con agua fría o templada, que se realizará al menos dos minutos después de salir de la sauna.
Si se dispone de una bañera de inmersión, se aconseja sumergir gradualmente todo el cuerpo en el agua, procurando meter la cabeza en último lugar.
Si se toma una ducha, hay que dirigir el chorro de agua desde los pies hacia el tronco y procurar que la primera parte del cuerpo que recibe el agua no sea la cabeza para evitar alteraciones de la circulación que podrían resultar peligrosas. Para obtener el mayor beneficio posible, el mejor procedimiento consiste en subir desde el pie derecho hasta la pierna y la rodilla, para luego volver a bajar por dentro y subir por fuera hasta el torso. Se debe repetir el mismo procedimiento en la pierna izquierda y luego en los brazos, con movimientos suaves desde la mano hasta los hombros. Solo al final, una vez que las extremidades se han enfriado, se debe proceder con la espalda y la cara.
Toda esta fase de enfriamiento es muy útil para elevar el tono y la presión sanguínea, y continuar así con los efectos beneficiosos de la sauna incluso después de haber permanecido en la cabina.
Tercera fase de la sauna finlandesa
La tercera fase consiste en volver a entrar en la sauna durante otros diez minutos aproximadamente y volver a ducharse con agua fría al salir. De hecho, cuando se pregunta a los expertos sobre cómo hay que tomar una sauna, suelen responder que no es obligatorio someterse a varios ciclos, pero en general se recomienda realizar al menos tres repeticiones para potenciar los beneficios del baño de calor.
En cualquier caso, se aconseja no superar los 15 minutos por ciclo y hacer una pausa de enfriamiento entre cada ciclo en cabina equivalente al tiempo que se ha permanecido dentro de la sauna.
QUÉ HACER AL TERMINAR EL TRATAMIENTO EN LA SAUNA
Al final del tratamiento, se recomienda estirarse en una tumbona durante unos diez minutos, para relajarse y que la presión sanguínea recupere sus valores normales.
La fase del enfriamiento tiene que durar por lo menos el mismo tiempo que la fase de calentamiento.
Es importante reponer líquidos inmediatamente después de terminar el tratamiento: beber abundantemente devuelve al organismo la cantidad de agua que se ha perdido durante la sauna. Las infusiones y los zumos de fruta y verduras son excelentes reponedores de fluidos y sales minerales.
CÓMO TOMAR UNA SAUNA FINLANDESA VARIAS VECES A LA SEMANA
Muchas personas se preguntan si existe un límite o una frecuencia recomendada para aportar al organismo todos los beneficios que ofrece la sauna finlandesa. En realidad, la mejor solución es encontrar el equilibrio adecuado.
Hay quienes para relajarse realizan un tratamiento al día y optan por un menor número de ciclos entre permanencia en la sauna y fase de enfriamiento. Pero también hay quienes creen haber descubierto la fórmula correcta de la sauna y disfrutan de este beneficioso momento de bienestar con tres o cuatro tratamientos completos al mes.
En términos generales, el consejo más repetido sobre cómo tomar correctamente una sauna es someterse al baño de calor al menos dos o tres veces por semana.
Para quienes deseen realizar más sesiones, es sin duda un buen hábito acostumbrar gradualmente el cuerpo a las altas temperaturas, empezando por ciclos más cortos, que se repetirán durante un periodo prolongado (tres veces al mes) y que se irán reduciendo gradualmente hasta alcanzar la frecuencia óptima de dos o tres veces por semana.
Sin embargo, como ya se ha dicho, no existe una regla precisa. Lo importante es escuchar siempre al propio cuerpo y comprender cuál es la mejor manera de tomar una sauna respetando nuestra salud y nuestro deseo de cuidarnos.
CONTRAINDICACIONES DE LA SAUNA FINLANDESA
La sauna puede ofrecer varios beneficios para la salud, pero existen algunas contraindicaciones y precauciones que hay que tener en cuenta antes de utilizarla.
Es importante consultar a un médico antes de utilizar una sauna si se padece alguna enfermedad preexistente. La sauna está contraindicada en caso de problemas cardíacos, ya que la exposición al calor puede suponer un estrés adicional para el corazón. También deben evitar su uso las personas que tienen una baja tolerancia al calor o bajo terapias farmacológicas que afectan a la termorregulación del cuerpo.
No se debe utilizar la sauna en caso de infección o fiebre, ya que la exposición al calor puede aumentar el metabolismo y empeorar los síntomas.
En general, es importante prestar atención a las señales del cuerpo y respetar las precauciones y los tiempos indicados por el fabricante, también en función del tipo de sauna: sauna finlandesa, sauna de infrarrojos o biosauna. Se aconseja consultar a un profesional médico antes de utilizar la sauna si tiene dudas sobre su estado psicofísico.
MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA DE LA SAUNA FINLANDESA
El mantenimiento y la limpieza de la sauna finlandesa son importantes para garantizar un entorno limpio, seguro y agradable.
Estos son algunos consejos útiles:
En general, cada fabricante debe proporcionar una serie de consejos de mantenimiento de la sauna, que deben seguirse rigurosamente.