Por sus beneficios para el bienestar físico y mental, la práctica de la sauna ha formado parte de muchas culturas durante siglos. Sin embargo, muchas mujeres se preguntan si la sauna es una práctica segura durante el embarazo.
Analicemos qué dicen los médicos para saber cómo utilizar la sauna de forma segura durante el embarazo.
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SAUNA DURANTE EL EMBARAZO: ¿QUÉ DICEN LOS MÉDICOS?
Según estudios científicos recientes (la referencia se extrae de una revisión de estudios publicada en el British Journal of Sports Medicine), la práctica de actividades activas o pasivas a altas temperaturas no comporta ningún riesgo específico para el embarazo.
De hecho, los estudios muestran cómo la capacidad del organismo para termorregularse durante el embarazo es incluso mejor que en un estado de normalidad.
Lo que sí hay que tener en cuenta es el estado general de salud: el embarazo puede conllevar un debilitamiento físico, con síntomas de fatiga o deshidratación. Solo en estos casos conviene ser prudente, evitar los cambios excesivos de temperatura y, si es necesario, consultar al médico para que valore la conveniencia de utilizar la sauna.
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SPA EN EL PRIMER TRIMESTRE DEL EMBARAZO: ¿ES REALMENTE EL PERIODO MÁS CRÍTICO?
El primer trimestre suele considerarse el periodo más crítico del embarazo y, a menudo, se recomienda reposo absoluto.
Esto no siempre es cierto: cada mujer es diferente y todo depende de los hábitos personales o de predisposiciones específicas.
Es importante escuchar al propio cuerpo y actuar en consecuencia: si el embarazo en las primeras semanas no provoca un cansancio acusado u otras dolencias, es saludable mantener el mismo estilo de vida sin cambios, ya sea haciendo deporte o practicando rituales de relajación como la sauna o el hammam.
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SAUNA FINLANDESA DURANTE EL EMBARAZO VS. CABINA DE INFRARROJOS DURANTE EL EMBARAZO: ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?
Las saunas tradicionales y las de infrarrojos difieren en la forma de calentar el cuerpo: la sauna finlandesa alcanza temperaturas más altas (de hasta 90-100 °C), mientras que las cabinas de infrarrojos calientan el cuerpo mediante ondas de luz, con temperaturas más moderadas (en torno a 40 °C).
Si se desea (o es necesario) evitar un estrés térmico elevado, la cabina de infrarrojos es, sin duda, una opción más adecuada durante el embarazo.
Infrared control panel
¿QUÉ CONTRAINDICACIONES TIENE REALMENTE LA SAUNA DURANTE EL EMBARAZO?
La sauna es un ambiente caliente pensado para proporcionar una experiencia de calor seco o húmedo.
El calor intenso hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que aumenta el flujo sanguíneo y mejora la circulación. Esto puede aportar una serie de beneficios para la salud, como el alivio del estrés, la relajación muscular, la mejora de la piel y la reducción del dolor muscular.
Nuestro cuerpo es capaz de aprovechar plenamente estos beneficios si se encuentra en condiciones óptimas. Ahora bien, los cambios de temperatura son una pequeña fuente de estrés que debe evitarse si el organismo está especialmente debilitado.
Entre las contraindicaciones de la sauna durante el embarazo figuran el riesgo de hipertermia, deshidratación e hipotensión. Por tanto, es esencial prestar atención a los propios límites y, sobre todo, escuchar a nuestro cuerpo.
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¿QUÉ HACER SI HAS TOMADO UNA SAUNA DURANTE EL EMBARAZO Y NO SABÍAS QUE ESTABAS EMBARAZADA?
Por todo lo que se ha explicado hasta ahora, no hay ningún problema particular si una mujer embarazada ha realizado una o varias sesiones de sauna antes de darse cuenta de que estaba en estado.
Si la mujer se encuentra bien y la sauna ha contribuido a lograr un estado de relajación beneficioso, no existe ningún riesgo para la salud de la madre ni del bebé.
Si, por el contrario, se experimenta un cansancio especial u otras molestias, se debe consultar siempre al médico por precaución.
