di Effe Perfect Wellness
El baño turco, conocido también como Hammam, es un ritual tradicional dedicado al cuidado del cuerpo y de la mente que tiene orígenes muy antiguos, en particular en las culturas de Asia Menor y de Medio Oriente.
El baño de vapor es todavía hoy sinónimo de placer y regeneración: una experiencia de salus per aquam cada vez más apreciada, tanto en hostelería como dentro de nuestras casas.
QUÉ ES EL BAÑO TURCO Y POR QUÉ SE LLAMA ASÍ
El Hammam es un baño de vapor caliente que regenera y purifica el cuerpo. Esta práctica supone la permanencia en un espacio con una humedad de hasta el 100 % y una temperatura relativamente baja, de unos 48 °C. Del justo equilibrio entre estos valores dependen la calidad de la experiencia y los beneficios para nuestro cuerpo. Por esa razón, Effe ha concentrado su experiencia en la puesta a punto de surtidores de vapor de incomparable eficiencia.
El nombre “baño turco” puede despistar un poco, porque esta práctica no tiene un origen estrechamente ligado a Turquía. En realidad, el término “turco” deriva del hecho de que esta tradición se difundió por la Europa medieval a través del contacto con los imperios otomanos, que tenían una fuerte tradición de baños públicos. Además, durante el período medieval, los turcos otomanos introdujeron y promovieron la práctica de los baños públicos en muchos países europeos.
Los orígenes del Hammam o baño de vapor, aun así, se remontan a épocas mucho más remotas y están estrechamente vinculados a la antigua tradición romana de los baños. Esta cultura de la higiene fue seguidamente adoptada y desarrollada por los bizantinos y después por los musulmanes tras la conquista de Constantinopla en el siglo XV.
DIFERENCIA ENTRE SAUNA Y BAÑO TURCO
Tanto la sauna como el baño turco son tipos de baños calientes pero se diferencian significativamente en lo que se refiere al ambiente y al tipo de calor utilizado.
En una sauna el ambiente normalmente es seco y caliente, con temperaturas que pueden llegar incluso a los 100 °C. El calor se genera mediante un hornillo que calienta las piedras volcánicas y la humedad es relativamente baja (20-30 %). La sauna generalmente está hecha de madera, porque proporciona un ambiente particularmente seco. Las maderas nobles, al calentarse, liberan aromas naturales particularmente agradables. Los usuarios se sientan en bancos o lechos de madera y pueden verter agua sobre las piedras calientes para aumentar momentáneamente la humedad y generar vapor, si lo desean. Este proceso se conoce como “Löyly” en finlandés. Las sesiones de sauna normalmente duran unos 10 minutos, con intervalos de enfriamiento o duchas frías.
Nel bagno turco invece l'ambiente è molto umido (100% di umidità), con temperature relativamente basse, che vanno dai 40°C ai 48°C circa. Negli Hammam moderni l'aria è arricchita di vapore attraverso speciali apparecchi chiamati generatori di vapore. Grazie a tecnologie sviluppate internamente, i En el baño turco en cambio, el ambiente es muy húmedo (100 % de humedad), con temperaturas relativamente bajas, que van de los 40 °C a los 48 °C aprox. En los Hammam modernos el aire se enriquece con vapor a través de unos aparatos especiales llamados generadores de vapor. Gracias a tecnologías desarrolladas internamente, los generadores de vapor Effe logran garantizar una altísima calidad de vapor: muy denso, purificado, que se mantiene uniforme y casi completamente libre de cal. Para los baños turcos se utilizan materiales que deben poder resistir el continuo cambio de humedad y la acción del agua, por lo cual no se utiliza madera, sino piedras expresamente preparadas para el contacto con la piel, o materiales más de nuestros días, como Slimtech o Gres porcelánico.
En general, tanto la sauna como el baño turco ofrecen beneficios para la relajación y el bienestar, pero la principal diferencia está en la humedad del aire y en el tipo de calor utilizado. Algunas personas prefieren la sauna por el calor seco y la mayor temperatura, mientras otras aprecian más el ambiente húmedo y el vapor del baño turco. La elección entre una y otro dependerá de las preferencias personales y de las necesidades individuales.
CÓMO FUNCIONA EL BAÑO TURCO
Los Hammam más antiguos están formados por varias salas, cada una de ellas con una temperatura y una humedad diferentes. Normalmente, la secuencia comienza con una sala caliente, seguida por un baño de vapor y, por último, una inmersión en agua fría o templada. Además, hay áreas comunes para la socialización y la conversación.
Los modernos Hammam pueden construirse también en casa, en una simple ducha, o bien en un espacio expresamente preparado, con un tamaño adecuado al número de personas que quieran utilizarlo. La cantidad y la calidad del vapor de la sala dedicada a baño turco se regula mediante mecanismos de tecnología muy sofisticada, llamados generadores de vapor. Los generadores de vapor son calderas especiales que toman el agua corriente, la purifican, la descalcifican y la transforman en vapor caliente que se introduce en el Hammam a través de los surtidores de vapor.
Además, los surtidores de vapor tienen funciones importantes: regulan la velocidad de entrada y el modo en que el vapor circula por la cabina sin formar capas, verifican la temperatura y la densidad.
Los generadores de vapor se dividen en 2 tipos: externos e internos. Los generadores externos no son visibles desde dentro del Hammam y pueden tener potencias muy altas, para espacios particularmente grandes. Los generadores internos son más compactos y directamente accesibles desde el compartimento Hammam.
BENEFICIOS DEL BAÑO TURCO
El baño turco, tratamiento hidroterápico en forma de vapor caliente, tiene unos beneficios increíbles sobre la condición psicofísica general de quienes disfrutan de la experiencia plena de sus agradables efectos. El estrés comporta unas reacciones fisiológicas cuyas fastidiosas consecuencias encuentran un eficaz remedio en la satisfacción y en la distensión general que el vapor aporta al cuerpo y a la mente.
El baño turco actúa de hecho como excelente antídoto contra las tensiones, aliviando todas las formas de estrés.
Pero el bienestar que deriva del baño de vapor no se limita a la psiquis. Son de hecho numerosas las ventajas que el cuerpo obtiene de una sesión de Hammam.
La acción de la temperatura y del vapor estimula los poros de la piel a abrirse e induce la sudoración. Se trata de un efecto natural y saludable porque, de este modo, se favorece una profunda limpieza de la epidermis a través de la eliminación de toxinas e impurezas. La renovación celular va acompañada de un efecto positivo en la reducción de los problemas de la piel, como acné y dermatitis.
Las benéficas propiedades del baño turco son también beneficiosas para quienes sufren dolores localizados: una profunda limpieza de la epidermis a través de la eliminación de toxinas e impurezas. La renovación celular va acompañada además de un positivo efecto en la reducción de los problemas de la piel, como el acné; la mejora de la circulación se traduce de hecho en un mayor aporte de oxígeno a las zonas dañadas y esto no puede significar más que una reducción directa del dolor, para una curación más rápida.
CUÁNTO CUESTA UN BAÑO TURCO PARA USO DOMÉSTICO
El coste de un baño turco para uso doméstico puede variar significativamente en función de distintos factores, como el tamaño del baño turco, el tipo de materiales utilizados, el nivel de personalización y los consumos. Las medidas estándar de un baño turco pueden variar de una pequeña cabina para una persona, por ejemplo, la ducha de casa, hasta una amplia sala donde pueden estar varias personas.
En general, el coste de instalación de un baño turco para uso doméstico puede comenzar con unos miles de euros y aumentar en función de las opciones de personalización y el tamaño.
Algunos de los factores que influyen en el coste son:
CÓMO TRANSFORMAR UNA DUCHA EN UN BAÑO TURCO
No es necesaria una sala específicamente concebida para crear un Hammam, ya que incluso en la ducha de casa se puede instalar un generador de vapor y transformarla así en un pequeño espacio dedicado al relax.
Una cabina de ducha presenta la mayor parte de las características que se requieren para el Hammam. La ducha, en efecto, ya ha sido construida con materiales adecuados para el contacto con agua y vapor, lleva conexiones de agua, tiene un desagüe en el suelo y a menudo es una cabina cerrada, aislada del resto de los espacios. Son pocos los elementos que faltan para poder situar en la ducha el dispositivo para la emisión de vapor.
Veamos los pasos a seguir para transformar la ducha en Hammam.
1.
MEDIR EL ESPACIO A DISPOSICIÓN
Cualquier compartimento adecuadamente aislado puede transformarse en Hammam, solo hay que seguir algunas indicaciones sobre cómo preparar las instalaciones, las paredes y las puertas. Es muy importante definir los metros cúbicos destinados a contener el Hammam porque existen distintos generadores de vapor que varían en función de la potencia.
2.
ELEGIR EL GENERADOR DE VAPOR MÁS ADECUADO
Los generadores de vapor pueden situarse dentro o fuera del espacio del Hammam. Elige en función de los metros cúbicos disponibles, o bien incluso en función de tus preferencias estéticas.
Más detalles sobre: https://www.effe.it/es/las-funciones-de-los-generadores/
3.
AÑADIR EL KIT DE AISLAMIENTO
La mayor parte de las duchas llevan ya algún preajuste para aislarlas del resto del baño, de modo que el agua y la humedad no se dispersen. Para disfrutar plenamente de los beneficios del Hammam, Effe pone a disposición un práctico Kit de aislamiento térmico, de modo que incluso el calor se mantenga lo más posible dentro de la cabina.
Más detalles sobre: https://www.effe.it/es/opcionals/kit-di-coibentazione/
4.
PUERTAS PARA HAMMAM
Para obtener una perfecta estanqueidad del vapor, pero también una correcta ventilación del lugar, es preferible tener una puerta específica para Hammam. Effe propone una serie de modelos profesionales, fácilmente combinables con el estilo de cualquier decoración, construidos con materiales de altísima calidad: acero inoxidable y vidrio templado de 8 mm de espesor.
Más detalles en: https://www.effe.it/es/opcional/puertas-paredes-de-vidrio/
Todos los consejos útiles para transformar una ducha (de casa o de la suite) en un perfecto Hammam, pueden verse con todo detalle en una sección dedicada del sitio web Effe:
https://www.effe.it/es/transforma-tu-ducha-en-hammam/
CONTRAINDICACIONES AL USO DEL BAÑO TURCO
El uso del baño turco puede ser benéfico para muchas personas, pero hay algunas contraindicaciones y precauciones que tener en consideración. Antes de utilizar un Hammam, ya sea casero o de un spa público, es siempre mejor consultar a un profesional de la salud, sobre todo si hay condiciones médicas preexistentes.
Veamos algunas de las principales contraindicaciones para el uso del baño turco:
Es fundamental escuchar el propio cuerpo y consultar a un médico antes de utilizar el baño turco si se tienen dudas sobre las propias condiciones de salud. Además, es importante limitar el tiempo que se pasa en el Hammam y hacer pausas frecuentes para refrescarse e hidratarse adecuadamente.
EL MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA DEL HAMMAM
La limpieza del baño turco es muy simple, como la limpieza de una ducha cualquiera. El vapor, si se descalcifica adecuadamente mediante el uso de generadores profesionales, está libre de cal y no obstruye con residuos el interior de la cabina.
El mantenimiento periódico del Hammam es en cualquier caso importante para garantizar la higiene, la duración y el correcto funcionamiento. Dado que el Hammam es un ambiente húmedo y caliente, es particularmente importante cuidarlo para prevenir la formación de mohos, bacterias o acumulación de suciedad.
A continuación, se dan algunas directrices generales para el mantenimiento y la limpieza de un Hammam:
Después de cada sesión en el Hammam, es importante limpiar los espacios utilizados, como las piedras calentadas y las superficies de los asientos, de cualquier resto de sudor o suciedad. Retirar las toallas y los accesorios utilizados y lavarlos con regularidad.
Limpiar regularmente las paredes, los suelos y las superficies con productos adecuados para baños, evitando utilizar sustancias químicas agresivas que pudieran dañar los materiales. Asegurarse de que las juntas entre los azulejos estén limpias y selladas para prevenir la formación de mohos.
Si tu Hammam cuenta con un generador de vapor, deben seguirse las instrucciones del fabricante para el correcto mantenimiento. Nunca se deben proyectar chorros de agua contra los aparatos.
Efectuar inspecciones periódicas para identificar eventuales signos de desgaste, daños o problemas de humedad.
Es importante seguir las instrucciones del fabricante para el mantenimiento específico del Hammam. Además, hay que tener en consideración la posibilidad de recibir una asistencia profesional periódica para prevenir posibles problemas y disfrutar por mucho tiempo del Hammam, preservando su eficiencia e higiene.